miércoles, 25 de junio de 2014

MACHU PICCHU


La ciudad perdida en los Andes



Los incas son una civilización precolombina que, junto con los mayas en Centroamérica, eran de las más avanzadas culturas humanas, aún más que muchas de la actualidad. Ellos tenían una cosmovisión del Universo donde todos formamos parte de una misma cosa, con un cierto orden

¿Quién no ha deseado vivenciar la ciudad divina de los incas, en Perú? Según cuentan los visitantes es una experiencia completa, donde se pone a prueba todo el Ser del humano. Develar sus misterios y compartir el silencio de una naturaleza desbordada es una meta de quienes desean ser parte del Universo. Bien lo sabían los incas y por eso la hicieron un sitio con un sentido místico religioso donde cada piedra tiene una razón para estar ahí, un sitio solo para escogidos. Le dicen “la ciudad perdida”, por fortuna ignorada por el conquistador español y valorizada a principios del siglo XX, cuando el arqueólogo norteamericano Hiram Bingham  llegó hasta allí en 1911 y dio a conocer sus maravillas.
Los incas son una civilización precolombina que, junto con los mayas en Centroamérica, eran de las más avanzadas culturas humanas, aún más que muchas de la actualidad. Ellos tenían una cosmovisión del Universo donde todos formamos parte de una misma cosa, con un cierto orden.

Machu Picchu es una ruina precolombina ubicada en la provincia de Urubamba, en el Departamento del Cusco, justo en el Valle del Urubamba, a 2.490 metros sobre el nivel del mar, en la vertiente oriental de la Cordillera Central de los Andes, al sur de Perú, a unos 80 kilómetros al noroeste de la ciudad de Cuzco, actual capital regional y antigua capital de los incas. Es Patrimonio de la Humanidad y Nueva Maravilla del Mundo, la ciudad perdida de los incas, constituye un conjunto histórico, natural y arquitectónico sin parangón.
Las ruinas, propiamente dichas, están dentro de un territorio intangible del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado, llamado Santuario Histórico de Machu Picchu, que se extiende sobre una superficie de 32.592 hectáreas, de la cuenca del río Vilcanota-Urubamba (el Willka mayu o "río sagrado" de los incas). El Santuario Histórico protege una serie de especies biológicas en peligro de extinción y varios establecimientos incaicos. La superficie edificada es aproximadamente de 530 metros de largo por 200 de ancho, su área urbana cuenta con 172 edificios.
Es una llaqta —antiguo poblado andino incaica construida a mediados del siglo XV en el promontorio rocoso que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu. Aquí  se encierra la obra arquitectónica del santuario en perfecta y singular armonía con el entorno, así como el ser humano ha de vivir con relación a la Pacha Mama o madre tierra. En su mitología, los dioses fueron personificaciones de cuerpos celestiales, y el dios más importante fue Inti, el dios del sol.
La ciudad se alza sobre un terreno de lo más agreste, lo que la hace virtualmente inexpugnable en caso de ataque militar, además su ubicación exacta era un secreto, ya que estaba prohibido bajo pena de muerte andar por sus caminos de acceso sin permiso. Otra de las funciones de la ciudad además de ser centro administrativo y “último refugio” en caso de peligro, es la de centro de culto solar y sobre todo de observatorio astronómico, ciencia en la que los incas estaban muy avanzados.
El valle del Urubamba es conocido como el “Valle Sagrado. Hoy en día y como homenaje a las antiguas creencias solares incas, se celebran en esta zona las fiestas del “Inti-Raymi” cada 24 de junio. Era la ceremonia celebrada en el solsticio de invierno y mediante la cual el Dios-Sol se unía con sus hijos humanos. Hoy en día es un gran atractivo turístico, ya que el visitante puede ver la reproducción de las antiguas costumbres y tradiciones incas, así que sería la mejor época para visitar la zona y hacer turismo. No solo por poder ver las fiestas del “Inti Raymi”, si porque junio y julio son los meses con mejor clima en la zona.
La única forma de llegar hasta ella es mediante el ferrocarril que une Cuzco y la población de Aguascalientes, población a los pies del Machu Picchu. Una vez allí, hay que tomar un autobús que sube a los visitantes hasta el Parque arqueológico.
Lo mejor si se quiere visitar cómodamente las ruinas es contratar un paquete turístico en Cuzco o desde Caracas, que incluya el viaje de ida y vuelta en tren, la estancia en Aguascalientes, la subida en autobús, la entrada a las ruinas y un guía que explique en su idioma la historia de la ciudad sobre el terreno. Otra recomendación es que adquiere un fullday visite el mayor número posible de compañías y compare precios y servicios. Las ruinas solo se pueden visitar por la mañana, así que es aconsejable madrugar y subir sobre las 6-7 am si se quiere ver todo y disfrutar al máximo. No olvide llevar abrigo pues si hay nubosidad, la temperatura desciende.
Si es muy aventurero puede probar la ruta de los incas, hacerlo a través del camino principal conlleva una caminata de tres días, eso sí se debe llevar carpa, saco de dormir, abrigo, linterna, calzado fuerte y liviano, encendedor, agua (se encuentran pequeños cursos de agua) alimentos no perecederos, dulces y cámara de fotos, también estar en muy buena forma física y hacerse acompañar por un guía.
Una vez dentro, encontrará dos grandes zonas, la agrícola y la urbana, con un área edificada de 530 metros de largo por 200 de ancho. Existen al menos 172 recintos visitables en la ‘Montaña Vieja’. En ellos, rodeadas del misticismo de la zona, reposan joyas tan destacadas como el Templo del Sol, la Residencia Real, la Plaza Sagrada, Intihuatana, la Roca Sagrada o la Escalinata de las Fuentes. La ciudad está completamente construida en piedra, algunas escaleras están esculpidas en un único bloque de granito blanco. Los arquitectos se maravillan de la manera como pegaron las piedras, sin cemento, únicamente formadas por bloques de piedra tallados para que encajen unos con otros a la perfección.

El visitante puede recorrer a pie tres interesantes rutas diferentes que salen de Machu Picchu: El camino del puente del Inca, la subida a Huayna Picchu y sobre todo la ascensión a Wayna Picchu. Marco Antonio Martín García, un viajero impenitente, recomienda que para subir a Wayna Picchu: “Uno de mis consejos es que si se sufre mal de altura se masque hoja de coca, único remedio eficaz contra el mal de altura. Este puede hacer que la ascensión por las interminables escaleras de piedra y senderos sea un calvario para los no acostumbrados a andar por la montaña”.
Al final lo llevarán seguramente al mercado de artesanías y llegará a su hotel en Cuzco con la cabeza llena de pensamientos hermosos, cansado pero feliz. ¿Qué espera? Asesórese con los expertos de Mundo Hampton y comience su aventura.

Adalgisa Maduro Bautista
CNP 3.352

Fuente: http://machupicchu.wikia.com/
 http://www.saberia.com/
 http://www.enjoy-machu-picchu.org/

 http://www.belonweb.com/

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