miércoles, 7 de agosto de 2013

Amores encadenados en París



Mucho siglo XXI, mucha tecnología, mucho cosmos,  mucho twitter, pero el ser humano sigue siendo el mismo romántico del siglo XIX, como Margarite Gautier y Armand Duval, en “La dama de las camelias”, del escritor francés Alejandro Dumas. Los psicólogos sociales deberían encontrar la razón de esta sin razón. Y si no, ¿Cuál es el motivo de que en París los puentes se hayan convertido en un muestrario de candados de todas las formas y colores? Los primeros aparecieron en el Pont des Arts de París en 2008, pero rápidamente los “candados de amor” se extendieron a todos los puentes que atraviesan el Sena, en la capital francesa, en donde es posible engancharlos.


 Así se ha hecho conocida la Pasarela Leopold Sédar Senghor, frente al Museo D´Orsay. Nadie sabe por qué escogieron ese puente, pues no es el más bonito, ni el más famoso, si siquiera el más largo. Miles de candados han sido puestos por centenas de parejas, en las rejas de este puente, con las iniciales de los enamorados grabadas o escritas con marcadores de tinta indeleble, quienes los dejan después de cerrarlos y tiran las llaves al Sena, para que nadie pueda abrirlos y su amor perdure “para siempre”… o hasta que aparezca un nuevo personaje que le mueva el piso a cualquiera de los miembros de la dupla.

¿Moda o interés turístico?
No sólo se ha puesto de moda sino que  es todo un boom en París y son sitios muy visitados en la “Ciudad luz”. Tanto es así, que ni el Ayuntamiento parisino pudo hacer algo. Los quitaban y reaparecían hasta que se dieron cuenta de que era un atractivo más para la capital gala. En 2010 se plantearon si debían sacar los candados “para preservar el patrimonio”. A pesar de haberlo negado se sospechó que ordenó sacar algunos.


En 2012, cuando se constató que el fenómeno era mundial y que alcanzaba a ciudades como Moscú, Berlín, Bruselas, Kiev, Vilna, Florencia, Verona, Roma, Venecia, Shanghái, Marrakech o Praga, el discurso cambió.  “Dejamos que el fenómeno viva, miramos el asunto con simpatía, no es un problema. A la gente le gusta, hablan de ello a su entorno, publicitan París”, afirmó un representante del ayuntamiento.


El origen de los candados y su mensaje de amor eterno es misterioso, afirman en la agencia noticiosa France Press. Según unos turistas italianos su inicio sería provocado por una novela sentimental italiana “Tengo ganas de ti” de Federico Moccia, en donde el héroe y la heroína enganchan un candado con su nombre en un farol del Ponte Milvio cerca de Roma, se besan y lanzan la llave al Tíber. Es así como desde los parisinos, hasta quienes vienen de lugares lejanos como Shanghái, Filipinas, Corea llevan en sus manos el candado que cerrará su amor.

El Pont des Arts
El puente de las Artes está reservado solo a peatones y sirve para conectar el Instituto de Francia, en la rive gauche, con el Museo del Louvre, al otro lado. Fue construido entre 1801 y 1804, y se conoció entonces como el primer puente metálico de París. En cualquier caso, su aspecto actual es diferente al original, ya que hubo que reconstruirlo en los años 80, después de que una barcaza fluvial chocara contra él y le causara importantes desperfectos.


En algunas ocasiones el Pont des Arts ha sido utilizado como escenario de lujo para exposiciones artísticas, debido sobre todo a sus vistas excepcionales sobre la Isla de la Cité, donde se encuentra la basílica de Notre Dame, y otros puentes emblemáticos de la capital francesa como por ejemplo el elegante Pont Neuf.
Sólo los puentes con barandas de vidrio o de piedra escapan al fenómeno. En el Pont Neuf, el puente más viejo de París construido solo en piedra, los enamorados tuvieron que conformarse con el enrejado del embarcadero de los botes turísticos.
Dicen los entendidos que dentro de unos años no quedará espacio para ponerlos,  así que apresúrese para poner el suyo y el de su pareja.

Adalgisa Maduro Bautista
CNP: 3352

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