miércoles, 6 de noviembre de 2013

EPHESUS... Casa de María

Las ruinas gritan sus historias


Visitar Turquía ya de por sí es toda una aventura exótica, estar en el medio de dos continentes, de dos culturas: Europa y Asia es emocionante para quien hace de sus viajes una fuente de conocimientos y un remedio para la curiosidad. Más allá de saberse en medio de lo que los Antiguos llamaban Asia Menor, territorio de culturas antiquísimas, la experiencia de visitar Kusadasi (el puerto en el Mar Egeo), Ephesus (la ciudad 4 veces construida) y la casa  donde vivieron la Virgen María y San Juan, después de la muerte de Jesús, es un evento imborrable de la memoria de sus visitantes. Es uno de esos sitios en el planeta Tierra que cuenta la historia con todos sus detalles, y más que contarla, la grita a todo pulmón.

La biblioteca de Celsius en Éphesus es la más antigua del mundo
 Kusadasi, el puerto del Egeo
El puerto de Kusadasi es uno de los sitios turísticos más populares de Turquía, tanto, que allí tocan casi todos los cruceros que van por el Mediterráneo y Mar Egeo con su carga de pasajeros llegados de todas partes. Tiene una población de cerca 50.000 habitantes y su proximidad a muchas ciudades antiguas, ruinas arqueológicas, parques y playas lo hacen una excelente escala.
Esta ciudad  costera fue un lugar de gran actividad durante varios siglos, antes y después de Cristo, sin embargo el puerto actual fue construido por los venecianos, los reyes del mar durante fines de la Edad Media y comienzos del Renacimiento. Doscientos años después de la conquista de Constantinopla (hoy Estambul), el puerto se convirtió en un importante centro de comercio entre Europa y África. Los otomanos lo fortificaron y construyeron nuevos edificios y mezquitas aún intactas.

En el Gran Bazar de Kusadasi encuentra de todo. Regatee que rebajan
En la actualidad es un paraíso para los compradores, (el Gran Bazar es uno de los sitios que vale la pena visitar y queda cerca del muelle), visitar mezquitas, ir a la playa y comer los platos típicos turcos. Entre las cosas que pueden adquirirse están: joyas, artículos de cuero, excelentes textiles de algodón (“No hechos en China”, advierten los vendedores en perfecto español, a las puertas de sus establecimientos), alfombras y tapices, alimentos, todas las especies habidas y por haber y toda una gran variedad de souvenirs. Los turcos son simpáticos, no se enojan si no les compran. Recuerde regatear, es parte de la ley no escrita para los nativos, obtendrá buenos precios, pero si no tiene intenciones de comprar es una ofensa regatear. La moneda es la lira turca pero aceptan euros y dólares. En casi todos los almacenes hablan español.
Muy cerca del puerto hay un terminal de buses para los que quieran hacer el recorrido por su cuenta. Si va a entrar a las mezquitas observe las reglas en cuanto a la vestimenta, las mujeres deben cubrir hombros, piernas y cabeza, nada de pantalones cortos para ambos géneros. Hay operadores turísticos que lo llevan a los sitios emblemáticos de los alrededores, con guías que hablan su idioma, consulte con Mundo Hampton y pague desde aquí con sus dólares Cadivi. Su bolsillo escoge, pero vale la pena cualquier opción. Aproveche y hace el paseo completo a las otras dos localidades referidas arriba: Éphesus y la casa de la Virgen María. Será inolvidable.

Éphesus
La que fue la segunda ciudad más importante después de Roma durante el gran imperio, reconstruida 4 veces, refugio de amor para Marco Antonio y Cleopatra durante un tiempo y cuna del gran filósofo Heráclito de Éphesus (“Nadie se baña dos veces en el mismo río” ¿Recuerdan?) hoy en día es el museo abierto más grande de Turquía, donde se han descubierto vestigios muy importantes de la cultura antigua.
A 20 minutos de Kusadasi, cerca de Selcuk se encuentra Éphesus, muy bien conservadas sus ruinas y uno de los mejores ejemplos de la antigua arquitectura grecorromana. Una clase en vivo y en directo de esas civilizaciones bajo sus pies y ante sus ojos, sólo le queda visualizar su viaje al pasado  mientras la guía descubre los secretos del mármol centenario sobre el que pisaron tantos y variados personajes de la historia de la Antigüedad.
Del templo de Artemisa para los griegos y Diana para los romanos, sólo queda en pie una columna de las 127 que tuvo, cada una medía 115 metros de largo, 55 metros de ancho y 18 metros de altura. El resto fue usado para la construcción de carreteras, iglesias y fortalezas después que llegó el cristianismo. Fue una de las Siete Maravillas del Mundo antiguo y la imagen de la diosa se exhibe en el Museo de Selcuk.
Fue refugio del mar Mediterráneo y una serie de terremotos dejó esta ciudad arruinada y sepultada por muchos siglos. Tras más de cien años de excavaciones, más del 75% de la gran metrópolis sigue bajo tierra. Sin embargo, el principal centro de la ciudad ha sido excavada y presenta una milla de largo museo al aire libre. La atracción principal es la bibliotexa de Celcius, con su magnífica fachada.

El templo de Adriano
También está el templo de Adriano, un enorme anfiteatro, los restos de la fuente de Trajano, waters de mármol y restos de casas de los efesios. A final de la excursión una troupe de actores representa a Marco Antonio y Cleopatra en escenas de la vida de entonces y una lucha entre gladiadores.


Conmovedora visita
Para los latinoamericanos llegar hasta el sitio donde vivió sus últimos años la Virgen María junto con el apóstol San Juan es conmovedor. Dos Papas, Pablo VI y Juan Pablo II, han visitado el lugar, donde se respira paz, serenidad, amor, respeto, devoción de cristianos y musulmanes por igual.
Luego de la muerte de su hijo Jesús, María salió de Jerusalem acompañada de Juan. Cuentan que no quiso radicarse en Éphesus porque la ciudad era pagana y escogió en los alrededores un hermoso lugar montañoso, donde ya vivían unos cuantos cristianos.


Las casa de piedra de la Virgen María es muy
sencilla y concurrida
La casa reconstruida, muy sencilla, pequeña es un cuadrado de piedras de la zona, rodeada de frondosos árboles y un gran patio de lajas, que conduce al lugar donde el agua corre fresca y cristalina de las montañas, que era de donde los habitantes del lugar la tomaban y hoy lo hacen los turistas para llevar muy lejos.
Al lado de la fuente está un muro donde los visitantes pueden dejar sus peticiones. Hay un gran número de guías, que en diferentes idiomas relatan ésta historia.


El muro de peticiones está full, la necesidad es mucha




 ¡Será un viaje inolvidable!

Adalgisa Maduro
CNP 3.352


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario, nos encanta que participes con nosotros.
Visitanos www.mundohampton.com