Mundo Hampton Viajes y Turismo: Ese molesto mareo

Hay personas que le dan vueltas y vueltas en la cabeza a la idea de viajar aunque esté muy motivada, y no es por la enormidad de trámites que debe realizar antes de su partida, ni por la cantidad de dinero que deberá invertir, ni siquiera la compañía o no de otra persona es importante para ellas. La razón de tanto desgaste de energía es… ¡qué se marean! No importa el medio de transporte: avión, automóvil, barco o tren, puede suceder, y hasta ahí duró la ilusión por conocer otros lugares interesantes del bello planeta Tierra.
Lo importante es saber que hoy en día existen medicamentos especialmente indicados para prevenir este malestar llamado cinetosis o mareo del movimiento, que produce náuseas, vómitos y estados depresivos tales que podrían arruinar la interesante experiencia de un viaje. También la tecnología naval ha avanzado muchísimo hasta hacer los barcos muy estables.
La razón básica es que dentro de los oídos hay un lugar que nos ayuda a mantener el equilibrio del cuerpo. Cuando montamos en auto o barco el movimiento desajusta nuestro sistema de estabilidad y puede ocasionar el mareo. Si ya una persona ha vivido una experiencia similar, la ansiedad y emoción que genera un viaje en sí, podrían ser detonantes, pero nada que no pueda prevenirse consultando a su médico. También hay unos truquitos valiosos que puede practicar o combinar ambos.

Razón de la sin razón

Si se quiere conocer con más profundidad la razón de este molesto desajuste hay que recordar que el cuerpo es un sistema coordinado. El cerebro dirige y los órganos reportan y funcionan. Existen dos estructuras del oído interno que nos ayudan a mantenernos en equilibrio: el canal semicircular y el vestíbulo. Los movimientos irregulares pueden trastornar las funciones normales de estos órganos y causar alguna de las distintas formas de mareo.

Se acentúan en determinadas circunstancias, como haber comido abundantemente o bebido mucho líquido o que haya olores fuertes, y aún son más habituales si el movimiento es inestable (aceleraciones, frenazos...) o si se tiene una situación emocional tensa durante el viaje (nerviosismo, ansiedad). Pueden estar precedidos de bostezos, hiperventilación, salivación, palidez, sudor frio y somnolencia. Cuando aparecen las náuseas y vómitos, el paciente se encuentra débil e incapaz de concentrarse. Además, puede ser una complicación grave en pacientes con otras enfermedades previas.

Para su tranquilidad, la mayoría de los barcos actuales de crucero poseen estabilizadores y otras tecnologías enfocadas a minimizar los efectos del oleaje.

En la página web fondear.org hay una completa explicación:

"El cuerpo necesita guardar el equilibrio para mantenerse de pie, y para ello, en el oído interno tenemos un sistema que detecta los movimientos y referencias espaciales. Funciona como un nivel de burbuja, mediante el cual sabemos la referencia horizontal y si estamos sometidos a alguna aceleración. Estos datos llegan al cerebro que calcula los movimientos para mantenernos en la posición que queramos tener.

También utiliza los datos que provienen de nuestros músculos, nuestras posiciones espaciales de las extremidades, y sobre todo de nuestros ojos. Pero en el mar o haciendo deportes aéreos, las cosas se complican ya que los movimientos del barco no concuerdan con la información visual de nuestros ojos o la que experimentan nuestros músculos. El cerebro se da cuenta de esta incongruencia y detecta que se está produciendo un problema. Esa sensación de mal funcionamiento de nuestros sensores de posicionamiento espacial es justamente lo que llamamos el mareo.

La falta de adaptación acaba conduciendo al cabo de varias horas a los vómitos que relajan un poco el estrés acumulado por esta sobrecarga de información inconexa, mejorando momentáneamente en alguna medida la situación".

Los truquitos

Hay muchos portales y blogs donde se dan consejos. Aquí van algunos de Mundo Hampton:

No se embarque con la predisposición psicológica a marearse. Eso depende de varios factores: tipo de movimiento, temperatura ambiental, llevar el estómago lleno o no, olores, etc
Deseche el pensamiento de que la gente que se marea en auto, se marea en barco.
Cene ligero la noche antes de partir y no beba alcohol en exceso. Una digestión pesada y/o con cierta resaca puede ser fatal.
Desayune ligero antes de zarpar y con comida "blanda", por si acaso.
No entre en la cabina del barco de una vez, permanezca fuera y mire el horizonte, deje que le pegue la brisa. La elección del camarote　tiene importancia. Lo ideal es que se encuentre lo más cerca posible de la línea de flotación (camarotes interiores) y en pisos bajos, ya que las cubiertas altas son más sensibles al movimiento.
Coma algo suave mientras se navega: una manzana verde, una galleta, etc., para no tener el estómago vacío. Beba agua o jugo de frutas.
Escuche música con auriculares, es una buena distracción. Es mejor no leer durante la travesía.
Siéntese en el sentido de la marcha y no perpendicular al movimiento del barco.
El jengibre es digestivo, anti-vomitivo y preventivo de los mareos en los viajes.
Haga ejercicios de respiración: tome grandes bocanadas de aire y expúlselo muy poco a poco y con un ritmo. Evite las zonas de más calor del barco, quédese en la sombra, en aire acondicionado o brisa y, mire siempre hacia el horizonte, lo ideal es a 45º.
Si marea, llévese la medicina recetada por su médico y disfrute. Sin cafeína para las noches, y con cafeína para que el adormecimiento derivado de los efectos secundarios no le impida disfrutar de la experiencia de viajar en crucero. Se aconseja tomarlos al menos media hora antes de empezar la navegación, pues si no, serán inefectivos.
No se enrolle, pida ayuda a los tripulantes del barco, ellos saben cómo manejar estas situaciones.
Si ya está mareado, haga presión de la circulación de la sangre en las muñecas, mejorará los síntomas.