jueves, 15 de agosto de 2013

Para verte mejor…




Poco a poco los habitantes de este planeta aprendemos a amar a Madre Tierra, no todo es destrucción ni desolación. Las fuerzas creativas humanas tienden una mano al ecosistema y las pone a su servicio. Es el principio fundamental que el artista inglés Jason de Caires Taylor usó para activar todo su potencial artístico en la consecución  del Museo Subacuático de Arte, ubicado en el Parque Nacional de Cancún, en la Riviera Maya, península de Yucatán, con el patrocinio y anuencia del ministerio de Medio Ambiente de México y la Asociación de Náuticos de Cancún e Isla Mujeres, y así esa nación cuenta con el mayor museo subacuático del mundo. En ello se invirtieron 350 mil dólares.
Las 450 esculturas de piedra, sumergidas en el mar entre 2009 y 2010,  fueron diseñadas para convertirse en arrecifes artificiales, pues se  construyeron con materiales especiales que promueven la vida marina y crean áreas para que los corales y criaturas del mar puedan desarrollarse. La apariencia de las esculturas cambiará con el paso del tiempo por la colonización de distintas especies. Se aseguraron debidamente en el fondo marino para que los visitantes que recorren la zona las puedan apreciarlas mediante el buceo o el “snorkel” en toda su magnitud, también se pueden ver por medio de embarcaciones que tengan fondo de vidrio.
La idea principal fue la de proteger los arrecifes naturales, dañados en los últimos años, producir nuevos arrecifes y ser expresión artístico-ecológica. 


Tamaño natural

El museo cuenta con cuatro “salas”, ubicadas en Punta Nizuc, Manchones, la zona de "La Carbonera" en Isla Mujeres, y el área denominada "Aristos" en Punta Cancún, cada una de ellas con aproximadamente un kilómetros cuadrado de extensión sobre el suelo marino.

Las piezas de la exposición han sido colocadas a diferentes profundidades, entre tres y nueve metros. Se ha tenido muy en cuenta los huracanes y tormentas tropicales, propias de esta zona caribeña,  por ello, estos enormes hombres de piedra pesan algo más de 100 toneladas.
Las cuatrocientas cincuenta  figuras humanas han sido talladas a tamaño natural. Los modelos para las esculturas han sido tomados de la realidad y, en algunos casos, han permanecido inmóviles durante horas, mientras eran cubiertos de vaselina y yeso para conseguir los vaciados que luego servirían de moldes para rellenar con cemento y fibra de vidrio. 
El Museo Subacuático de Arte atrae cada año a más de 800.000 mil turistas deseosos de sumergirse en las aguas cristalinas para disfrutar de la fauna marina y de esta impresionante exposición permanente; es por eso que ya se piensa en ampliar a 13 “salas” submarinas que servirán de espacio expositivo para distintos artistas plásticos.
En las primeras estatuas fueron “plantados” corales para facilitar su reproducción. Los materiales ecológicos promueven activamente el crecimiento del coral, con las propiedades inactivas del pH neutro capaz de durar cientos de años. Para fomentar eso, el artista usa una mezcla de cemento de grado marino, arena y micro-sílice para producir un hormigón de pH neutro que está reforzado con barras de refuerzo de fibra de vidrio.
Entre las más importantes esculturas figuran: El hombre en llamas, modelada por Joaquín, un pescador local, es una figura solitaria e imponente;  La jardinera de la esperanza, representa una niña mexicana rodeada por vasijas  llenas de coral vivo, con espacios huecos para atraer varias criaturas marinas; El coleccionista de sueños, muestra un archivo subacuático que es mantenido por un registrador. También hay escritores, tribus, niñas, hombres pensantes… a cada cuál más original y sorprendente, también una tribu mixta colocada en círculo y sus integrantes tomados de la mano.

El artista

Creador del primer parque de esculturas dentro del mar a nivel mundial, Jason de Caires Taylor se ha ganado el reconocimiento internacional por su trabajo único. Sus esculturas resaltan el proceso ecológico mientras se exploran las elaboradas relaciones del arte moderno y el medio ambiente. Participó en otros proyectos similares en Grenada, Reino Unido y el Caribe. Su trabajo, al margen de la calidad creativa y artística, supone una original alternativa para ayudar a la fauna marina a repoblar arrecifes coralinos.
Taylor nació en el 12 de agosto 1974, de padre Inglés y madre guyanesa, la primera parte de su vida transcurre entre Europa, Asia y el Caribe. Educado en el sudeste de Inglaterra, se graduó en 1998 de Camberwell College of Arts, Universidad de Arte de Londres, con una BA con honores en Escultura y Cerámica. También es un cualificado instructor de buceo submarino y naturalista, con más de 14 años de experiencia de buceo en una gran variedad de países.
Integra sus habilidades como conservacionista, fotógrafo submarino y como instructor de buceo para crear instalaciones únicas que fomentan la vida y el crecimiento de los corales y la vida marina.
Aproveche la oportunidad de visitar en su viaje a Cancún este magnífico museo y a la vez sumérjase en la vida marina. La experiencia será muy relajante.

Adalgisa Maduro B.
CNP: 3350












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