Poco a poco los
habitantes de este planeta aprendemos a amar a Madre Tierra, no todo es
destrucción ni desolación. Las fuerzas creativas humanas tienden una mano al
ecosistema y las pone a su servicio. Es el principio fundamental que el artista
inglés Jason de Caires Taylor usó para activar todo su potencial artístico en
la consecución del Museo Subacuático de
Arte, ubicado en el Parque Nacional de Cancún, en la Riviera Maya, península de
Yucatán, con el patrocinio y anuencia del ministerio de
Medio Ambiente de México y la Asociación de Náuticos de Cancún e Isla Mujeres, y
así esa nación cuenta con el mayor museo subacuático del mundo. En ello se
invirtieron 350 mil dólares.
Las 450 esculturas de piedra, sumergidas en el mar entre
2009 y 2010, fueron diseñadas para
convertirse en arrecifes artificiales, pues se construyeron con materiales especiales que
promueven la vida marina y crean áreas para que los corales y criaturas del mar
puedan desarrollarse. La apariencia de las esculturas cambiará con el paso del
tiempo por la colonización de distintas especies. Se aseguraron debidamente en
el fondo marino para que los visitantes que recorren la zona las puedan
apreciarlas mediante el buceo o el “snorkel” en toda su magnitud, también se pueden
ver por medio de embarcaciones que tengan fondo de vidrio.
La idea principal fue la de proteger los arrecifes naturales,
dañados en los últimos años, producir nuevos arrecifes y ser expresión
artístico-ecológica.
Tamaño natural
El museo cuenta con cuatro “salas”, ubicadas en Punta
Nizuc, Manchones, la zona de "La Carbonera" en Isla Mujeres, y el
área denominada "Aristos" en Punta Cancún, cada una de ellas con
aproximadamente un kilómetros cuadrado de extensión sobre el suelo marino.
Las piezas de la exposición han sido colocadas a diferentes
profundidades, entre tres y nueve metros. Se ha
tenido muy en cuenta los huracanes y tormentas tropicales, propias de esta zona
caribeña, por ello, estos enormes
hombres de piedra pesan algo más de 100 toneladas.
Las cuatrocientas cincuenta figuras humanas han sido talladas a tamaño
natural. Los modelos para las esculturas han sido tomados de la realidad y, en
algunos casos, han permanecido inmóviles durante horas, mientras eran cubiertos
de vaselina y yeso para conseguir los vaciados que luego servirían de moldes
para rellenar con cemento y fibra de vidrio.
El Museo Subacuático de Arte atrae
cada año a más de 800.000 mil turistas deseosos de sumergirse en las aguas cristalinas
para disfrutar de la fauna marina y de esta impresionante exposición permanente; es por eso que ya se piensa en
ampliar a 13 “salas” submarinas que servirán de espacio expositivo
para distintos artistas plásticos.
En las
primeras estatuas fueron “plantados” corales para facilitar su reproducción.
Los materiales ecológicos promueven activamente el crecimiento del coral, con
las propiedades inactivas del pH neutro capaz de durar cientos de años. Para
fomentar eso, el artista usa una mezcla de cemento de grado marino, arena y
micro-sílice para producir un hormigón de pH neutro que está reforzado con
barras de refuerzo de fibra de vidrio.
Entre las más importantes esculturas figuran: El hombre en llamas, modelada por
Joaquín, un pescador local, es una figura solitaria e imponente; La jardinera
de la esperanza, representa una niña mexicana rodeada por vasijas
llenas de coral vivo, con espacios huecos para atraer varias criaturas marinas;
El coleccionista de sueños, muestra
un archivo subacuático que es mantenido por un registrador. También hay escritores,
tribus, niñas, hombres pensantes… a cada cuál más original y sorprendente,
también una tribu mixta colocada en círculo y sus
integrantes tomados de la mano.
El artista
Creador del primer parque de
esculturas dentro del mar a nivel mundial, Jason de Caires Taylor se ha ganado
el reconocimiento internacional por su trabajo único. Sus esculturas resaltan
el proceso ecológico mientras se exploran las elaboradas relaciones del arte
moderno y el medio ambiente. Participó en otros proyectos similares en Grenada,
Reino Unido y el Caribe. Su trabajo, al margen de la calidad creativa y
artística, supone una original alternativa para ayudar a la
fauna marina a repoblar arrecifes coralinos.
Taylor nació en el 12 de agosto 1974,
de padre Inglés y madre guyanesa, la primera parte de su vida transcurre entre
Europa, Asia y el Caribe. Educado en el sudeste de Inglaterra, se graduó en
1998 de Camberwell College of Arts, Universidad de Arte de Londres, con una BA
con honores en Escultura y Cerámica. También es un cualificado instructor de
buceo submarino y naturalista, con más de 14 años de experiencia de buceo en
una gran variedad de países.
Integra sus habilidades
como conservacionista, fotógrafo submarino y como instructor de buceo para
crear instalaciones únicas que fomentan la vida y el crecimiento de los corales
y la vida marina.
Aproveche la oportunidad
de visitar en su viaje a Cancún este magnífico museo y a la vez sumérjase en la
vida marina. La experiencia será muy relajante.
Adalgisa
Maduro B.
CNP: 3350
Fuente: //serturista.com
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